jueves, 3 de mayo de 2012

Los Neandertales más inteligentes de lo que se pensaba.


El término “Homo erectus” (“hombre derecho”) se utiliza tanto en términos generales y una vez incluidas algunas de las especies anteriores, puede ser considerado como erectus temprano. Al igual que el habilis, el rostro tiene una mandíbula que sobresale con grandes molares, sin barbilla, gruesas cejas, y un largo, bajo y grueso (½ pulgada en algunos lugares) cráneo. Sus primeros huesos son casi 2 millones de años y no se extinguieron hasta 27,000 años después (y tal vez incluso más recientemente). Aunque el erectus era más alto que sus predecesores, él todavía tenía un cerebro muy pequeño en comparación con su homólogo, el hombre de Neandertal.

Por los últimos cincuenta años, cualquier descubrimiento de herramientas modernas asociadas a una comunidad de Neandertal se pensaba que era un subproducto de la interacción del Neandertal-Humano. El pensamiento científico es que no había forma en que estos otros homínidos podieron haber desarrollado una tecnología por sus propios medios.

¿O podieron? Un estudio sugiere que al menos un grupo de hombres de Neandertal aprendieron a adaptarse y hacer diferentes y mejores herramientas de forma independiente.

El antropólogo Julien Riel-Salvatore, de la Universidad de Colorado, Denver ha estudiado las comunidades Neandertales italianas durante los últimos siete años. Su trabajo arroja nueva luz sobre la manera en que vemos a los neandertales y su historia.

“Básicamente, estoy rehabilitación los neandertales. Ellos eran mucho más ingeniosos de lo que les hemos dado crédito”, dijo Salvatore. Hace unos 140,000 años, los neandertales vivieron en toda Europa. Una comunidad en el centro de Italia desarrolló la cultura Musteriense.

Luego, hace unos 40,000 años, los Cro-magnon de gran cráneo entraron en escena. Ellos crearon la cultura Auriñaciense en el norte. Al mismo tiempo, una nueva cultura llamada Uluzzian se desarrolló en el sur de Italia. Riel-Salvatore cree que esta nueva cultura fué Neandertal.

Un artículo publicado onlíne en agosto en el Journal of Archaeological Method and Theory explica que los Uluzzian eran diferentes de los Musteriense porque estos crearon diferentes herramientas, similares a los utilizados por los humanos modernos. Riel-Salvatore ha descubierto puntas de proyectil, ocre, y herramientas de hueso, entre muchos otros objetos en diferentes sitios Uluzzian.

Las herramientas representan un cambio en el comportamiento del Neandertal: estos homínidos se fueron adaptando al cambio climático, aprendiendo a cazar algo más que animales de gran tamaño - estos iban detrás de animales terrestres más pequeños e incluso la pesca.

Riel-Salvatore está convencido de que los neandertales italianos vinieron con estas herramientas de forma independiente debido a su aislamiento geográfico, pegado en el extremo sur de Italia. El estudio de los Uluzzian lo hizo pensar sobre la forma en los neandertales son clasificados: se les considera una especie separada de los humanos modernos y se refieren a menudo como nuestros “primos”.

“El hecho de que los Neandetales podrieron adaptarse a las nuevas condiciones y la innovación, muestra que son culturalmente similares a nosotros”, dijo Riel-Salvatore. “Biológicamente también son similares. Creo que eran una subespecie de humanos, pero no una especie diferente.” La investigación ahora indica que el hombre de Cro-Magnon y el Neandertal se aparearon con regularidad desde la llegada repentina del Cro-Magnon en las costas occidentales de Europa.

Tomando las cosas un paso más allá, Riel-Salvatore teoriza que los humanos modernos no mataron a los Neandertales, a como los investigadores previamente pensaron. En cambio, los seres humanos los adoptaron en nuestra cultura, mezclandose genéticamente con ellos.

Los resultados científicos en el 2010 de la secuenciación del genoma ha demostrado que todos los no-africanos son parte Neandertal. Un estudio publicado a principios de ese año apoya esta idea. En mayo, los investigadores encontraron que las personas en Asia y Europa tienen cuatro por ciento de su material genético de los neandertales, los africanos no tienen ninguno. Esta evidencia hace que la popular teoría del desplazamiento “fuera de África” sea inviable.

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