martes, 28 de febrero de 2017

No sabemos si la cámara mortuoria es de Nefertiti o de otra mujer, pero está llena de tesoros


A primeros de noviembre del año pasado, el país de los faraones anunciaba un análisis con radares de la tumba de Tutankamón para determinar si a su lado se encontraba oculta una cámara secreta.

Un mes después, orgulloso, Mamdouh El Damaty, ministro de Antigüedades, aseguró que, como se preveía, se había encontrado otra tumba detrás de la cámara funeraria del joven faraón. Las posibilidades de que este hallazgo fuera correcto se acercaban a un "90 por ciento".

En una entrevista concedida a ABC, El Damaty señaló que en su opinión, lo más probable era encontrar "una cámara mortuoria intacta". El egiptólogo británico Nicholas Reeves, que lleva la investigación, señaló, por su parte, que la cámara pertenece a la reina Nefertiti. Sin embargo, El Damaty, abrió el abanico a otras posibilidades. Ahora, toca esperar. Pero no mucho.

El ministro de Turismo de Egipto, Hisham Zaazou, confirmó que finalmente el anuncio se hará en abril. "Será un 'Big-Bang', el descubrimiento del siglo XXI". Y precisó algunos datos más acerca del hallazgo. Una de las opciones que se barajaba, aparte de la cámara mortuoria intacta, era una habitación vacía. No está vacía. "Está llena de tesoros", señaló el ministro.

"Reeves encontró una pared detrás de la tumba de Tutankamón que lleva a una habitación en la que se ha comprobado que hay metales, piedras... Está llena de tesoros. Ahora, con cámaras especiales hay que observar…Si aparecen los tesoros, se abrirá. Estamos trabajando en ello y en abril tendremos noticias y las anunciaremos al mundo".

Todavía se debate a quién pertenece la cámara, pese a la hipótesis de Reeves. "No se sabe si es Nefertiti u otra mujer... pero sí hay un tesoro. Será un momento histórico", se entusiasma Zaazou. Otros expertos egipcios señalan que la tumba podría ser de Kiya, segunda esposa de Akenatón y madre de Tutankamón, o de Meritatón, fruto del matrimonio con Nefertiti.

El valor de hallazgo tiene que ver con que "muchas tumbas que descubrimos fueron descubiertas por otros y robadas, pero las que están intactas son las de Tutankamón, que se descubrió en 1922 por Howard Carter y este hallazgo, que será como el anterior. No fue abierta por miles de años, imagina lo que habrá allí", explicó el ministro.

Pero además, daría muchas respuestas acerca del Antiguo Egipto. Tal vez se obtengan más datos acerca del reinado de Akenatón y su intento de crear, por primera vez en la historia de la humanidad, una religión monoteísta en la que solo se adorara al dios Atón, o se arroje más luz acerca del papel (determinante o inexistente) de Nefertiti en la política y la religión. O tal vez sirva para ampliar los increíbles tesoros de Tutankamón.

Aparte de este hallazgo, Egipto también trabaja en las Gran Pirámide. "Un equipo de japonenes, canadienses y egipcios aseguran que allí también hay cámaras secretas que no fueron descubiertas", adelanta Zaazou. El anuncio, también se hará en breve.


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miércoles, 22 de febrero de 2017

La Nasa anuncia el descubrimiento de siete planetas similares a la Tierra


La NASA ha encontrado siete planetas orbitando una única estrella, según ha informado la NASA en una rueda de prensa. La agencia espacial estadounidense ha informado también de que tres de ellos presentan una alta similaridad con la Tierra y se encuentran en la zona de habitabilidad.

El descubrimiento establece un nuevo record en el hallazgo de planetas potencialmente habitales hallados en torno a una misma estrella fuera de nuestro sistema solar. Según la NASA, los siete exoplanetas podrían contar con agua líquida bajo unas determinadas condiciones atmósfericas, y el hecho de encontrarse en la zona de habitabilidad aumenta las probabilidades.

“Responder a las preguntas de si estamos solos es algo urgente desde el punto de vista científico y encontrar tantos planetas como estos por primera vez en la zona habitable supone un paso enorme en la consecución de ese objetivo”.

En el acto han intervenido Thomas Zurbuchen, del Directorio de Misiones Científicas de la NASA, Michael Gillon, astrónomo de la Universidad de Lieja, Sean Carey, director del Centro Spitzer de Ciencia que la NASA tiene en Caltech, Nikole Lewis, astrónomo del Instituto de Telescopios Espaciales de Baltimore y Sara Seager, profesora de ciencia y física planetaria en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

La parte sustancial del hallazgo se ha dado conocer en un artículo de Nature, embargado hasta la hora de comienzo del evento, pero todas las conversaciones previas apuntaban a que el descubrimiento llevado a cabo por la agencia espacial estadounidense tenía que ver con los exoplanetas.

¿Qué son los exoplanetas?

Estos son llamados también planetas extrasolares porque orbitan una estrella diferente al Sol y, por lo tanto, no forman parte del sistema solar. Aunque habían estado entre las suposiciones de los astrónomos durante muchas décadas, la primera detección confirmada fue llevada a cabo en 1992, cuando se hallaron varios planetas con masa orbitando un púlsar.

Desde 1995, cuando se produjo la primera detección de un planeta orbitando una estrella propiamente dicha, Dimidio, los científicos no han dejado de descubrir exoplanetas. La mayor parte de ellos son gigantes gaseosos, pero entre los más de 500 localizados se encuentran algunos que podrían ser comparables a la Tierra, tanto en tamaño como en composición y condiciones.

La sonda Kepler de la NASA no ha dejado de detectar, desde su puesta en funcionamiento en 2010, exoplanetas con características similares a las de nuestro planeta. El más similar a nuestro planeta localizado hasta ahora es Kepler 438b, descubierto en 2015 y considerado hasta ahora el mejor candidato para albergar vida extraterrestre. Su índice de similaridad con la Tierra es del 88% y se encuentra en la zona de habitabilidad.

Pero a Kepler 438b le ha salido un duro competidor en los últimos años: KOI-4878. Presenta un 98% en el índice de similaridad con la Tierra. Hasta ahora, el telescopio Kepler de la agencia estadounidense sólo había podido observar cuatro de sus tránsitos. El último de ellos estaba previsto para octubre de 2016.

¿Qué nos atrae de KOI-4878? Que es un planeta de tamaño similar a la Tierra y que orbita una enana amarilla, es decir, una estrella un poco más grande que el Sol, pero menos masiva. Los astrónomos piensan, además, que presenta una temperatura similar a la de nuestro planeta y que su órbita, de 449 días, lo sitúa en la zona de habitabilidad.

Hay todavía un dato importante más: los científicos creen que su menor densidad respecto a la Tierra puede deberse a la presencia de agua en su superficie. Si se confirma que es un planeta océano, las probabilidades de que albergue vida serían las más altas barajadas hasta la fecha.



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lunes, 20 de febrero de 2017

La NASA convoca una rueda de prensa sobre un descubrimiento fuera del Sistema Solar

La NASA ha organizado una rueda de prensa para revelar un descubrimiento relacionado con exoplanetas, los cuerpos espaciales considerados con más posibilidades de albergar vida extraterrestre.


La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, (NASA, por sus siglas en inglés), ha informado a través de su sitio web que convocará este miércoles una rueda de prensa para presentar "nuevos descubrimientos sobre los planetas que no orbitan nuestro Sol, sino otras estrellas, conocidos como los exoplanetas". El acto tendrá lugar a la 13:00 EST (18:00 GMT) y será emitido en vivo por la página de la NASA y por NASA Television.

Los exoplanetas o planetas extrasolares, que orbitan fuera de nuestro Sistema Solar, están considerados como los cuerpos celestes con más posibilidades de albergar vida.

La NASA anuncia que durante la rueda de prensa los periodistas podrán lanzar preguntas a los representantes de la agencia. Asimismo, también podrán hacerlo los internautas en las redes sociales, a través de la tendencia #askNASA. La rueda de prensa se celebrará en la sede de la agencia, ubicada en 300 E Street, SW, Washington, EE.UU.

Consulte a qué hora comenzará la rueda de prensa según los horarios de distintas ciudades:

Madrid: 19:00.

Ciudad de México: 12:00.

Lima: 13:00.

Buenos Aires: 15:00.

Santiago de Chile: 15:00.

Bogotá: 13:00.

Río de Janeiro: 15:00.

Moscú: 21:00.

Nueva York: 13:00.

Los Ángeles: 10:00

Miami: 13:00



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viernes, 17 de febrero de 2017

La NASA lanza una página para que ayudes a encontrar el famoso Planeta 9


La página se llama Backyard Worlds: Planet 9, y su propio nombre ya nos da una buena pista de su objetivo: la página se ha diseñado con la idea de encontrar pistas acerca del famoso Planeta 9 (Planeta X), el que se especula que podría ser un planeta helado todavía por descubrir que estaría oculto en alguna parte del vasto sistema solar exterior. Lo que lo hace tan especial es que, si de verdad existe en alguna parte, sería el noveno planeta de nuestro sistema solar -y eso echaría por tierra décadas de creencia de que tan solamente hay ocho planetas en nuestro sistema.

Esta página está disponible para todo el mundo, y cualquiera que esté interesado en colaborar puede entrar y comenzar su búsqueda. Lo que veremos en la página serán imágenes captadas por el Wide-Field Infrared Survey Explorer, un telescopio que desde el año 2009 navega por el espacio con el objetivo de estudiar la radiación infrarroja de nuestro sistema.

Tal y como se explica en las instrucciones de la web, la página nos mostrará animaciones de las imágenes infrarrojas recogidas por este telescopio y nuestro objetivo será encontrar los objetos que den la sensación de estar moviéndose por el espacio. Si durante la animación vemos que algún objeto parece haberse movido entre fotografía y fotografía, deberemos marcarlo utilizando el puntero del ratón para señalar nuestro descubrimiento.

Una vez hayamos marcado nuestro descubrimiento, lo único que deberemos hacer es pulsar sobre el botón "Done" para enviar la información a los responsables de la página.

El Planeta 9, para aquellos que nunca hayan oído hablar de él, ha supuesto durante años un gran misterio para los científicos. Lo poco que se sabe sobre este misterioso objeto es que probablemente está escondido detrás de Neptuno (el más lejano de todos los planetas de nuestro sistema), y su fuerza gravitacional es tal que se dice que incluso podría tener efecto en los movimientos de los objetos de otros sistemas solares.



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jueves, 9 de febrero de 2017

Las tablillas de Lugalkuzu, tesoro sumerio redescubierto en bodega de museo mexicano


Es el año quinto del reinado de Amar-Suen, y el escriba Lugalkuzu, hijo de Urnigar el escudero, mira crecer ante sí la montaña de grano que 57 trabajadores han acarreado, durante un día entero, desde el campo de Isalla hasta el templo de la vieja Umma, una de las primeras ciudades en la historia del mundo.

Lugalkuzu cuenta a los trabajadores: 35 al mando de inspector Gutar, y otros 27 a las órdenes del inspector Enunna, y escribe los datos sobre el barro fresco, hundiendo en él un carrizo acuñado; luego añade su nombre y su cargo, “responsable”, estampa el sello de su familia y remata con la fecha: “Mes tercero del año en que Enunugal fue nombrado sumo sacerdote de Inanna, año quinto de Amar-Suen”.

Lugalkuzu no sólo vive en una de las primeras ciudades en la historia de la humanidad, Umma, sino que es, también, uno de los primeros hombres en dominar la escritura, una invención de su mismo pueblo, los sumerios, usada a veces como herramienta administrativa, otras como arma de control, y finalmente también como espejo para reflejar el alma de las personas.

Desde entonces han pasado 4 mil 54 años, y Alejandra Gómez Colorado recarga las manos sobre la vitrina, como una niña, y mira sonriendo los guijarros de barro que aún conservan las palabras de Lugalkuzu.


“Umma, Ur y Uruk –explica Alejandra– son las ciudades donde se sentaron las bases para el desarrollo de la civilización occidental: la forma en la que nosotros vivimos hoy, la forma en la que se organizan las urbes, este mismo modo de vivir en ciudades, es un modelo que se desarrolla en Mesopotamia, y los primeros pueblos de esta civilización fueron los sumerios… ”

Alejandra es antroplóloga social, especialista en estudios de Medio Oriente, curadora de la sala de Oriente Medio del Museo Nacional de las Culturas, y es también la persona que redescubrió, en 2006, aquella tablilla milenaria en la que Lugalkuzu, habitante de la primera civilización del mundo, registró, con fines administrativos, los detalles de una jornada agrícola en los campos de Isalla.

No se trata de una réplica, sino de una pieza original, que por más de 47 años permaneció olvidada en las bodegas del museo, junto con otros diez ejemplos de escritura cuneiforme, de entre los cuales pudo ser identificada una segunda pieza auténtica, gracias a una revisión detallada de cada objeto, emprendida a raíz del descubrimiento de Alejandra.

En esta segunda tablilla original, Lugalkuzu es también mencionado, como capataz a cargo de 17 trabajadores, cada uno de los cuales cosechó 20 litros de cebada, en el quinto día del segundo mes “del año siguiente al que se hizo el trono de Amar-Suen”… es decir, alrededor del 2040 antes de Cristo.

Ese día, destaca la tablilla, el inspector Ur-Nintu se encargó de vigilar a 17 mujeres campesinas y a sus más de 30 hijos que, junto a los trabajadores de Lugalkuzu, cosechaban los campos de Manu, en Umma, al sur de lo que hoy se conoce como Irak.

En total, esta segunda tablilla original registra el trabajo de más de 140 campesinos: 69 hombres, 41 mujeres y más de 30 niños (el número exacto no pudo ser traducido), que fueron vigilados por siete capataces: Lugalkuzu, Dadumu, Lugal-emahe, Lusig, Basag, Ur-Nintu y Lubalasig.



De Pensilvania con cariño…

Estas tablillas estaban en las bodegas del museo, confundidas con una colección mayor de réplicas –detalla la especialista en Oriente Medio antiguo–, los acervos del museo son muy ricos, y estábamos haciendo el inventario.

Corría el año 2006, cuando el Museo Nacional de las Culturas cerró sus puertas, por reestructuración, y de hecho, las fichas técnicas que en ese momento se realizaron sobre estas dos tablillas originales, las describen como “réplicas” hechas en “yeso”.

Sin embargo, narra Alejandra, “yo las empecé a ver y me di cuenta de que no tenían barniz, que la textura misma daba una idea de que eran distintas del resto. Empezamos a analizarlas un poco más y descubrimos que tenían pequeñas fisuritas, un simple examen a lupa permitió ver que la manufactura era distinta al resto de las que sí eran réplicas confirmadas… entonces les tomamos fotos con un lente macroscópico, para ver las cuñas (las hendiduras con forma triangular en las que se basaba la escritura de los antiguos sumerios), y buscamos algún especialista que pudiera ayudarnos a confirmar si eran originales”.

A través de expertos sudamericanos, detalla Alejandra, el Museo Nacional de las Culturas pudo entrar en contacto con Manuel Molina, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid, experto en escritura cuneiforme y en las distintas lenguas del complejo sirio-mesopotámico, quien en 2011, logró traducir ambas tablillas.

El profesor Molina, de hecho, no sólo pudo confirmar la autenticidad de estas tablillas, sino también determinar su condición de “inéditas”, es decir, que su existencia no estaba registrada en la base de datos mundial sobre escritura cuneiforme.

“Por supuesto que el profesor Molina estaba muy emocionado –narra Alejandra–, nos pidió permiso de publicarlas y de investigar más, debido a que estaban inéditas. Esto se estudia como si se fuera escribiendo poco a poco un gran diccionario, entonces, cada vez que aparece en el mundo una tablilla inédita, porque están desperdigadas por el mundo, se le pone un número de catálogo y se van su mando. Así, poco a poco se pueden ir completando textos, con otras tablillas que hayan salido del mismo sitio arqueológico o de la misma zona.”

Las tablillas descubiertas por Alejandra, por ejemplo, ahora se sabe que fueron otorgadas en intercambio por la Universidad de Pensilvania, de Estados Unidos, en 1964, y fueron enviadas a México por intermediación de la arqueóloga Beatriz Barba de Piña Chán, que por entonces colectaba acervo para el Museo Nacional de las Culturas, que estaba a punto de abrir sus puertas.

Cabe destacar que, aunque la Universidad de Pensilvania esperaba, en reciprocidad, que México les enviara piezas prehispánicas de Teotihuacán, dos vasijas de Tlatilco, así como “un buen ejemplo de policromado Mixteca-Puebla”, entre otras piezas, no existen registros que comprueben que dicho compromiso fue cumplido por las autoridades mexicanas.

De hecho, lo único que se sabe es que, el 20 de agosto 1964, la arqueóloga Beatriz Barba pidió al doctor Alfred Kidder II, de la Universidad de Pensilvania, una prórroga para cumplir dicho acuerdo: “Permítanos –reza la misiva enviada– dos o tres meses más para que se organicen en la nueva bodega los materiales, para comenzar a separar lo que usted solicita”.

–Si la Universidad de Pensilvania pidiera, hoy, cumplir ese acuerdo, ¿habría que enviarles esas piezas prehispánicas? –se pregunta a la profesora Alejandra Gómez Colorado.

Ella lo medita.

–En la actualidad –responde– la ley prohíbe que cualquier pieza arqueológica se vaya del país. Sin embargo, en los años 60, cuando ese acuerdo se estableció, eso era perfectamente legal y normal. Gracias a esos acuerdos, por ejemplo, el Museo Nacional de las Culturas cuenta con una estupenda colección de vidrio y cerámica de la zona de Levante, de alrededor de 1700 a 1500 antes de Cristo. Esa colección fue enviada por el Museo de Jerusalén, y ellos recibieron piezas prehispánicas, de la cultura mexica y algo de la costa de Nayarit que, hasta la fecha, tienen exhibidas de manera destacada.

El valor de las réplicas

Aunque sólo dos de las diez tablillas sumerias que exhibe el Museo Nacional de las Culturas son originales, el resto de la colección posee un valor museístico incalculable, destaca Alejandra. “La civilización que hoy se conoce como Complejo Sirio-Mesopotámico es la cuna de lo que hoy somos como sociedades humanas, aquí se fundó la vida urbana, como puntos de poder centralizado político y religioso, aquí se creó la división del conocimiento que hasta la fecha rige, en ciencias naturales y ciencias sociales, la división sexagesimal del tiempo, la escritura, las bibliotecas, todo eso aquí comienza, y los humanos del presente somos sus herederos”.

En la colección donada por la Universidad de Pensilvania, por ejemplo, está la réplica de una tablilla en la que se narra el mito del diluvio –luego retomado por la tradición judeo-cristiana–, está la réplica de una tablilla con la tabla de multiplicación del número 9, una réplica más de un índice de títulos literarios de la antigüedad, una más que registra la venta de un esclavo, y otra con diversas fórmulas para preparar medicina herbolaria.

Las distintas épocas en que fueron escribiéndose estas tablillas, además, permite ver la evolución de la escritura cuneiforme, a lo largo de los siglos.

– El hecho de que estas tablillas, y muchas de las piezas de civilizaciones antiguas exhibidas en el museo, sean réplicas, ¿les resta valor?

– Depende de cómo lo veas. Por ejemplo, en la Sala de Oriente Medio, los visitantes pueden apreciar piezas que, si quisieran conocer en original, tendría que visitar varios museos ubicados en distintas partes del mundo. Unas piezas están en el museo de L’ouvre, en París; otras están en el Museo Británico, en Londres. Y otras piezas estaban en el Museo de Bagdad, saqueado en 2003, y han desaparecido o fueron destruidas.

La especialista detalla, con coraje: “Aquí tenemos, por ejemplo, el Plato de Arpachiyah. Se trata de una réplica exacta, copiado directamente de original, que tiene una antigüedad de entre 4 y 5 mil años. Este plato estaba en el Museo de Bagdad, y fue robado, junto con otros 13 mil objetos.”

El Jarrón Sagrado de Warka, antes y después de ser robado del Museo de Bagdad en 2003. En el Museo Nacional de las Culturas aún se preserva una réplica exacta.

En la misma línea, en el Museo Nacional de las Culturas puede ser admirada una copia exacta del Jarrón Sagrado de Warka (también conocido como Vaso de Uruk), labrado alrededor del año 3200 antes de Cristo, y robado también del Museo de Bagdad.

Tan pronto como se detectó que esta pieza estaba entre el botín del saqueo, los expertos supieron también que el jarrón había sido destruido, ya que el pedestal en el que se sostenía aún guardaba restos de los intentos por arrancar la pieza a la fuerza. Un año después, esto se confirmó al ser recuperados algunos fragmentos del vaso, a partir del cual se intentó una recostrucción.

“Tener estas réplicas –subraya Alejandra– nos hace entonces partícipes directos de la conservación del patrimonio de la humanidad“, sobre todo del más amenazado.

Según reportes de la Interpol, al menos 50 esculturas, estatuas y placas gravadas de la antigüedad fueron robadas durante el saqueo de 2003.

Además, se tiene detectado el robo de al menos 2 mil 176 sellos cilíndricos (que eran rodados sobre barro para crear figuras), así como otros 114 sellos simples y cinco tablillas con escritura, todos de la era mesopotámica.

El resto de las 13 mil piezas robadas no han podido ser identificadas hasta la fecha, debido a que los saqueadores destruyeron los archivos del Museo de Bagdad.



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martes, 7 de febrero de 2017

Scota: Hija de un Faraón, Madre de Escocia


Walter Bower escribió su epítome de la historia escocesa, Scotichronicon, en 1440. La fuente de su crónica es de textos antiguos e historia oral, y lo que escribió fue asombroso. Según Bower, el pueblo escocés no era una amalgama de pictos, escoceses y otros pueblos europeos, sino que eran egipcios, quienes podían remontar sus antepasados directamente a la hija de un faraón y a su marido, un rey griego. El nombre de la reina era Scota – de donde viene el nombre de Escocia. El rey griego era Gaythelos – por lo tanto gaélico, y su hijo era conocido como Hiber – lo que nos da Hibernia.


La historia va más allá e incluso fue incluida en la Declaración de Arbroath. Este documento seminal – escrito en 1320 por los barones y nobles de Escocia – fue una carta que imploraba al Papa para que interviniera en su nombre durante las Guerras de Independencia. El texto da referencia a "los antiguos" que "viajaron desde la Gran Escitia... y los Pilares de Hércules... a su hogar en el oeste donde todavía deciden hoy".

Según a la tradición, esta familia de la realeza fue expulsada de Egipto durante una época de gran levantamiento. Estos navegaron hacia el oeste, estableciéndose inicialmente en España antes de viajar a Irlanda y luego a la costa oeste de Escocia.

Esta misma raza de personas finalmente lucharon y triunfaron sobre los pictos convirtiéndose en los escoceses – las personas que unieron a este país. Scota, Reina Egipcia de los Escoceses, por Ralph Ellis, pretende demostrar que este mito de su origen no se trata de una historia inventada, sino del registro real de un éxodo egipcio que efectivamente concluyó en Escocia. Utilizando el texto de Manetho, Ellis establece que Scota era realmente Ankhesenamun, la hija de Akhenaton y Nefertiti, y esposa de Tutankhamen. Él también encontró que lejos de ser un rey griego, Gaythelos era él mismo un faraón.

Ellis no se encuentra solo, el antropólogo Robert Sepehr presenta un poderoso argumento que involucra la genética, la lingüística y arqueología refutando la noción obsoleta puesta por la academia y los medios controlados.

Robert Sepehr es un autor, productor y antropólogo especializado en la lingüística, la arqueología y la paleobiología (arqueogenetics).


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