miércoles, 13 de junio de 2012

Momia Yingpan de 6’6″ pies (2 metros) de altura.

Los descubrimientos en la década de 1980 de la imperturbable 4,000 años de antigüedad con razgos Europeos “La Bella de Loulan” y del cuerpo más joven de 3,000 años de antigüedad el “hombre Charchan” son legendarios en los círculos arqueológicos del mundo por el buen estado de su conservación y por la riqueza de conocimientos que aportan a la investigación moderna.

El Hombre Yingpan, una momia caucasoide de 2,000 años de antigüedad, en casi perfecto estado de conservación, descubierta en 1995 en la región que lleva su nombre, ha sido considerada como la mejor momia intacta de todas las momias hasta ahora encontradas.

El hombre Yingpan no sólo tenía una máscara funeraria de papel de oro – una tradición griega – cubriendole su rostro con barba rubia, sino que también llevaba elaboradas prendas de vestir color rojas y marrón bordadas de oro con diseños europeos aparentemente occidentales.

Su largo cuerpo de 2.00 metros (seis pies, seis pulgadas), la ropa y los artefactos descubiertos en las tumbas que rodean, indican el nivel más alto de la civilización en la antigua región de la Cuenca del Tarim.

Después de años de controversia e intriga política, los arqueólogos con las pruebas genéticas han demostrado que la raza blanca recorría la cuenca de Tarim de China 1,000 años antes que la gente del Este de Asia llegara.

Los cuerpos disecados, que evitaron la descomposición natural debido a la sequedad del ambiente y los suelos alcalinos en la cuenca del Tarim, no sólo han dado a los científicos una mirada a su biología física, pero a sus ropas, herramientas y rituales funerarios, cuyos han dado a los historiadores un vistazo a la vida en la Edad del Bronce.

China tiene cientos de momias en diferentes grados de desecación y descomposición, incluyendo el prominente guerrero chino Han Xiong Zhang y otras momias Uigur.

Sin embargo, sólo una docena están en exhibición permanente en un edificio provisional.
“Es lamentable que la cuestión ha sido tan politizada, ya que ha creado muchas dificultades”, Victor Mair, especialista en cadáveres antiguos y co-autor de “Las momias de la Cuenca del Tarim”, dijo a la AFP.

“Sería mejor para todos que lo abordaran desde un punto de vista puramente científico e histórico.”
En los círculos históricos y científicos los descubrimientos a lo largo de la antigua Ruta de la Seda fueron a la par con la búsqueda de las momias egipcias.

Pero la preocupación de China sobre su dominio en la conflictiva de Xinjiang ha sido ampliamente percibida como un obstáculo para una investigación mas rápida y una mayor publicidad de los mismos.

Mair, quien jugó un papel fundamental trayendo los descubrimientos a los escolares Occidentales en la década de 1990, ha trabajado sin descanso para conseguir la aprobación de China para tomar ejemplos fuera de China para realizar pruebas genéticas definitivas.

Una expedición en los últimos años logró recoger 52 muestras con la ayuda de investigadores chinos, pero más tarde los anfitriones de Mair tuvieron un cambio de opinion y sólo dejaron que cinco de las muestras salieran fuera del país.

“Pasé seis meses en Suecia el año pasado sin hacer nada mas que la investigación genética”, dijo Mair desde su casa en los Estados Unidos, donde enseña en la Universidad de Pennsylvania.
“Mi investigación ha demostrado que en el segundo milenio antes de Cristo, las momias más antiguas, como la Bella de Loulan, fueron los primeros colonos en la cuenca del Tarim. “De las pruebas disponibles, hemos descubierto que durante los primeros 1,000 años después de la Bella de Loulan, los unicos colonos en la cuenca del Tarim eran caucasoide”.

Los pueblos de Asia Oriental sólo empezaron a aparecer en las partes orientales de la cuenca del Tarim hace unos 3,000 años, dijo Mair, mientras que los pueblos Uigures llegaron tras la caída del Reino Orkon Uigur, en gran parte basada en la actual Mongolia, alrededor del año 842. “Moderno y antiguo ADN muestran que los Uigures, Kazajos, Krygyzs, y los pueblos de Asia Central son todos mezclados del Cáucaso y de Asia oriental. El ADN antiguo y moderno cuentan la misma historia “, dijo.


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